Reportaje Multimedia (1)


Desde la aeronáutica a la gastronomía; desde la comercialización de productos, al rastreo genético de la humanidad; todas las áreas del conocimiento han sido y son influenciadas por el desarrollo de la tecnología; su evolución ha modificado significativamente los procesos humanos cognitivos y conductuales; todas estas modificaciones nos motivan e impulsan -cualquiera sea nuestra actividad-, a una constante adaptación.

Al momento, el periodismo como una forma de comunicación, es uno de los sectores en los que más se siente la influencia del desarrollo tecnológico y de todas sus herramientas derivadas. Los medios de comunicación, antes especializados en generar contenidos para un canal específico (radio, prensa, televisión, etc.), ahora tienen que visibilizarse en el gran contenedor de medios que es internet y para ello amplían sus horizontes y pierden sus límites. Todas las estaciones emisoras ensayan la 'multimedialidad' y se esfuerzan por lograr un modelo económico acertado, como mecanismo para mantenerse a flote.

Esquema de redacción integrada - Diario La Nación
Durante todo este proceso de convergencia, los periodista profesionales y académicos; principales implicados de esta naciente forma de concebir y estructurar la comunicación y el periodismo, hemos tenido que adaptarnos a las nuevas tecnologías e incorporarlas en nuestro diario que hacer; cada día ingeniamos novedosas y atractivas formas de presentar contenidos, mientras enfrentamos una tácita competencia con una infinita cantidad de micromedios y sus respectivos generadores de contenidos.

A pesar de que la esencia de los géneros informativos, permanece intacta; sus difusas fronteras; ahora, con la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, son casi imperceptibles. El periodismo en su forma elemental es la noticia, pero tan profundo es el seísmo tecnológico, que todos los actores quienes intervenimos en su construcción, transmisión y recepción, la concebimos y consumimos de diferentes maneras; esto mismo acontece con los demás géneros (informe, crónica, reportaje, especial); a los que medios y periodistas, intentamos buscarle una nueva arista para presentarlos de una manera atractiva. Es que a más de hacer buen periodismo, para los trabajadores de la información y los mass media, el mercado es determinante.






Hipertextualidad e interactividad
Un único hecho noticioso puede ser presentado en múltiples géneros y con una infinitud de enfoques; el advenimiento de la red y su consolidación, ha motivado cambios en la presentación y estructuración de los contenidos informativos. En caso del reportaje, para Lalliam Marrero, su “largo recorrido, por los medios tradicionales; desde la letra impresa de los periódicos hasta la radio y luego, a la televisión, le han permitido mantenerse como uno de los más queridos y respetados por periodistas, lectores, radioescuchas y televidentes. Ahora, en Internet, encuentra otra oportunidad para adaptarse a un medio de comunicación diferente y emprender infinitas rutas expresivas” (Liliam Marrero: web); en base a una narrativa creativa y compleja, que demanda un mayor conocimiento específico de la realidad que presenta y técnico de las herramientas que empleamos en su construcción.

En términos tradicionales, el reportaje es un relato extenso, que incluye investigaciones y observaciones personales (Reportaje: web). Aunque sus rasgos se mantienen, los reportajes, son la práctica del periodismo 'para y con internet', que engloba diversos productos en diferentes géneros y formatos -todos adaptados para la red-; al tiempo que incorpora las características básicas del entorno de internet: hipertextualidad, navegavilidad, medialidad e interactividad; características que son una oportunidad a la hora de enfrentarnos a la tarea de 'contar una historia'.

El reportaje multimedia, al incorporar una serie de 'subproductos', también adopta sus lenguajes; en el pueden habitar notas audiovisuales, sonoras, textuales, gráficas, etc. Cada uno de estas, como partes autónomas de un 'todo'; con la capacidad de aportar a la narración global; es decir, que cada subproducto puede ser 'leído' de manera independiente. Así como un reportaje tradicional, es contenido en un espacio - tiempo y presenta un orden de lecturabilidad; un reportaje multimedia, contenido en internet, a pesar de ser atemporal y aespacial, debe presentar un orden de lecturabilidad.

Para Lilliam Marrero “la hipertextualidad supone una nueva narrativa basada en la multilinealidad de las estructuras de navegación y multiplica las posibilidades de documentación de los contenidos en el género. La interactividad permite el intercambio entre los actores de la comunicación y apunta a trascender la asimetría de los modelos comunicativos precedentes, haciendo del reportaje un producto generador del diálogo y la colaboración. La multimedialidad provoca la coexistencia de los códigos específicos de la prensa, la radio y la televisión en un mismo soporte y le otorga al reportaje una mayor complejidad formal y un renovado alcance expresivo”(Liliam Marrero: web).
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